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6 habilidades que todo Responsable de Mantenimiento debe tener
Para acceder al puesto de responsable de mantenimiento, ya se denomine este cargo gerente, coordinador o supervisor, es necesario haber validado varias competencias técnicas.
Conocimientos sobre los equipos en uso, comprensión de los procesos y técnicas de mantenimiento, de los principios de gestión de activos, de las mejores prácticas en la planta de producción, de la gestión de riesgos, entre otros.
Estas, sin embargo, no definen las competencias necesarias para tratar con las personas bajo la responsabilidad de este directivo, las llamadas competencias interpersonales.
Son las personas las que tienen que ofrecer resultados, de ahí la importancia de un liderazgo competente y preparado. Entre las diversas competencias que necesita un buen directivo, se han seleccionado las seis siguientes.
Si estas habilidades no están desarrolladas hoy, recuerda que siempre puedes mejorarlas.
En el libro Mindset: la nueva psicología del éxito, la autora estadounidense Carol Dweck presenta el trabajo de años de investigación sobre cómo nuestras creencias acerca de nuestras capacidades influyen en cómo aprendemos y en las decisiones que tomamos.
Sus investigaciones demuestran que, básicamente, una persona puede aprender lo que se proponga. Es una invitación a todos a aprender y mejorar siempre.
1. EXCELENTES HABILIDADES INTERPERSONALES
Las habilidades interpersonales se traducen en la capacidad de relacionarse bien con otras personas y generar resultados positivos a través de ellas. Una condición esencial para ello es la capacidad de comunicarse con claridad y objetividad, tanto con clientes internos como externos.
Los responsables de mantenimiento tienen que negociar a diario con sus subordinados, con sus jefes y directores, con los proveedores, con terceros, con los operarios de las máquinas. Por lo tanto, son necesarias excelentes habilidades interpersonales.
Además de la capacidad de comunicar con claridad y objetividad, es sumamente importante escuchar lo que los demás tienen que decir.
¿ALGUNA VEZ TE HAS VISTO EN UNA SITUACIÓN EN LA QUE DEPARTAMENTOS DIFERENTES PERO INTERDEPENDIENTES NO SE COMUNICAN?
Ejemplo: el equipo que vigila el estado de la máquina es uno y el que realiza la intervención es otro. Si la comunicación es mala o no hay confianza en el trabajo del primero, se hará la intervención preventiva, aunque sea innecesaria.
2. HABILIDADES DE LIDERAZGO
Liderar a través del ejemplo es la mejor manera de demostrar esta habilidad. El directivo debe estar automotivado, ser organizado, fiable, mostrar empatía por los demás y ser optimista. Debes tener una visión clara de adónde quieres llegar, qué objetivos quieres alcanzar con tu equipo e inspirar a los demás para que sigan tu ejemplo.
Un líder capaz desarrolla a las personas que le rodean. Cada individuo tiene capacidades naturales y aspiraciones sobre su propio desarrollo.
Por lo tanto, corresponde al líder conocer a los miembros de su equipo y lo que les impulsa. Además, debe conocer sus competencias y sus necesidades de mejora o de nueva formación, motivaciones, y a partir de ahí extraer lo mejor de estas personas, en beneficio de los proyectos a ejecutar y del propio colaborador.
Un líder no teme tener en su equipo a personas mejores que él. Estas personas pueden asumir nuevas responsabilidades dentro del equipo o fuera de él.
De ahí la importancia de la formación continua y del intercambio de buenas prácticas entre los colaboradores para la realización de un trabajo productivo y de alta calidad.
Un líder capaz fomenta el trabajo en equipo y la colaboración.
En el ejemplo mencionado en el punto 1. Habilidades interpersonales, más arriba, está claro que los recursos disponibles pueden desperdiciarse si no se comprende el papel de cada equipo y, a partir de ahí, se fomenta la colaboración entre estos equipos interdependientes.
3. CAPACIDAD DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
La capacidad de resolver problemas, además de los conocimientos, procede del pensamiento crítico, que se define por la capacidad de juzgar las situaciones de forma clara y racional. Esta habilidad ayuda a tomar decisiones rápidas y asertivas y a resolver problemas de forma sistemática.
Un gestor con un pensamiento crítico agudo comprobará todas las pruebas, interpretará los datos disponibles y evaluará las posibles alternativas, establecerá prioridades y se formará un juicio que ofrezca la solución más eficaz en el menor tiempo posible.
Los responsables de mantenimiento tienen que asumir múltiples responsabilidades, como gestionar el presupuesto de mantenimiento, supervisar a los equipos técnicos, priorizar el trabajo en función de las necesidades, realizar un seguimiento de las métricas de mantenimiento y mantenerse al día de las innovaciones tecnológicas del sector como ayuda para la mejora continua.
4. HABILIDADES DE GESTIÓN DEL TIEMPO
La gestión del tiempo es el proceso de organizar y planificar cuánto tiempo disponible se dedica a cada actividad con el fin de producir el máximo valor para la organización. Se trata de trabajar de forma más eficiente, no simplemente de trabajar más.
¿SER INTERRUMPIDO Y ARRASTRADO EN DIFERENTES DIRECCIONES Y POR EXIGENCIAS CONTRADICTORIAS FORMA PARTE DE SU RUTINA DIARIA?
Esto puede dificultar aún más la gestión de la jornada laboral. El responsable de mantenimiento, incluso en medio del torbellino diario, debe priorizar la ejecución de las tareas en función de los resultados que generan. Dedicar unos minutos al principio del día a planificar las actividades es un requisito para una buena gestión del tiempo.
Terminar las reuniones a la hora prevista, hacer uso de herramientas tecnológicas y sistemas internos que ayuden a programar y priorizar actividades, dejando el teléfono para los asuntos más urgentes, son buenas prácticas de gestión del tiempo.
La gestión del tiempo es algo fácil de aprender y siempre se puede mejorar.
5. SABER ADAPTARSE A NUEVAS SITUACIONES O CIRCUNSTANCIAS
¡El cambio es inevitable! Basta con mirar alrededor para darse cuenta de lo rápido que cambian las circunstancias.
Las máquinas, los equipos y los sistemas son cada vez más complejos. Por ello, la salud y la seguridad en el taller son cuestiones de máxima prioridad, lo cual es excelente, ya que cada vez se toleran menos los riesgos en el trabajo; se busca una mayor eficiencia energética de la maquinaria y los procesos de producción y, las aplicaciones móviles se utilizan para casi todo.
El responsable de mantenimiento moderno debe tener la capacidad de adaptarse rápidamente a estos escenarios cambiantes. Las personas más adaptables responden positivamente cuando cambia su rutina.
El responsable de mantenimiento debe estar dispuesto a adoptar nuevas ideas, nuevas formas de trabajar y nuevas tecnologías. Debe desenvolverse en un entorno cambiante e incierto.
6. CAPACIDAD PARA AFRONTAR EL ESTRÉS
El estrés puede afectar a la productividad, las emociones, la calidad del trabajo y la salud física y mental. La acumulación de estrés, con el tiempo, consume al individuo, ya sea en aspectos profesionales o personales.
Como responsable de mantenimiento, tener la capacidad de lidiar con el estrés puede no ser una habilidad en sentido estricto, pero puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso en los proyectos.
Gestionar el estrés no significa respirar hondo y seguir adelante. Más bien significa controlar las situaciones controlables que le rodean y reducir así el impacto del estrés.
Tener la capacidad de controlar el estrés te mantendrá de buen humor y afectará positivamente a los que te rodean.
Domine las habilidades anteriores si su objetivo es convertirse en director de equipos de mantenimiento e ingeniería.
Si ya desempeña un cargo directivo, desarrolle y perfeccione aún más estas competencias para sacar el máximo partido a su equipo, ser bien considerado por sus directivos y obtener más oportunidades de desarrollo profesional.
Muchas de las habilidades mencionadas son naturales para algunas personas, otras no tanto. Algunas se solapan con otras, por lo que la mejora de una repercutirá en las demás. Es importante seguir mejorando.
Dominar estas habilidades contribuirá a crear un entorno saludable en el que los empleados se sientan motivados para dar lo mejor de sí mismos, asumir más responsabilidades y afrontar nuevos retos.
Gestión del rendimiento de los activos
La gestión del rendimiento de los activos, o asset performance management en inglés, es el proceso de monitorear el rendimiento físico de los activos. Se basa en parámetros y datos que conducen a una toma de decisiones asertiva.
En otras palabras, hablamos de supervisar el comportamiento y el rendimiento del activo. Información que nos dirá si está funcionando bien o no, y permitirá tomar medidas informadas para optimizar el rendimiento.
Casos de éxito
Casos reales de socios que utilizan la Solución Dynamox