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Cómo reducir el coste del seguro de empresa

13 de agosto de 2020

Contratar un seguro de empresa es esencial para proporcionar seguridad a largo plazo, y lo contratan desde microempresas hasta grandes corporaciones.

Asegurar los activos y el patrimonio de la empresa es una garantía para el administrador de que su industria no comete errores.

La decisión también refuerza la imagen de la gestión, porque las aseguradoras tienden a rechazar los servicios a las empresas que consideran que no cumplen sus criterios de seguridad.

Es habitual que los distintos sectores tengan costes de seguro diferentes, porque cada industria y empresa tiene sus propias particularidades.

Esto, sin embargo, abre un gran margen de interpretación sobre cuáles son los factores de riesgo más relevantes a considerar a la hora de asegurar cualquier bien.

Estas diferencias pueden cambiar de una aseguradora a otra. Lo que hace imprescindible que la empresa que desee contratar un seguro tome precauciones adicionales.

CRITERIOS DE VIABILIDAD Y COSTE DE LA CONTRATACIÓN DE SEGUROS

Las compañías de seguros tienen en cuenta diversas variables a la hora de fijar el precio del seguro. Se realizan visitas técnicas y se analiza la documentación de la empresa interesada.

Las prácticas adoptadas por los gestores pueden aumentar o reducir el valor final de la prima del seguro.

Los factores que valoran las aseguradoras son la aplicación de medidas de seguridad. Como el monitoreo de los componentes de riesgo y el mantenimiento dado a la maquinaria utilizada.

Esto ocurre porque, por ejemplo, al contratar una póliza de seguros, los especialistas analizan:

I – Sector, ubicación, tamaño e infraestructura de la empresa;

II – Cantidad y vulnerabilidad de los puntos críticos de una industria, planta, usina, etc.;

III – Probabilidad de que ocurra algo que cause pérdidas al bien asegurado – suceso conocido en el ámbito de los seguros como “siniestro”. Estos eventos incluyen, por ejemplo, incendios, inundaciones, vendavales, caídas y hurtos;

IV – Capacidad de la empresa asegurada para detectar, actuar y tomar precauciones ante los problemas que puedan surgir. Incluso poder demostrar la formación adecuada impartida a los empleados en la fábrica;

Son varias las prácticas que pueden implantarse en una industria para utilizarlas como argumento a la hora de negociar descuentos en la prima del seguro o solicitar un aumento de la indemnización. Los factores positivos, que ayudan a reducir este valor, son:

Monitoreo de activos en puntos críticos – vibración, temperatura, presión, fuga, etc.; análisis de gastos con mantenimiento predictivo, preventivo y correctivo; renovación de maquinaria; capacitación de equipos; bajo grado de peligrosidad del sector y de las actividades realizadas, tanto cotidianas como de mantenimiento; evaluar las condiciones edilicias para este tipo de seguros y certificaciones ante las autoridades competentes; estar en conformidad con la NR-12 (Normas Reguladoras de Brasil que regulan y orientan sobre los procedimientos obligatorios relacionados con la seguridad y la salud de los trabajadores); certificación por peritos propios y/o independientes, entre varios otros.

DIFICULTAD DE INSPECCIÓN

Especialmente en el caso de clientes más pequeños o con operaciones específicas en determinados sectores industriales, las aseguradoras pueden no ser capaces de evaluar adecuadamente un activo, equipo o estructura.

Esto hace que a las industrias se les denieguen las reclamaciones de seguros porque las aseguradoras carecen de la estructura necesaria para atestiguar de forma convincente si una empresa sigue o no las normas de seguridad y las buenas prácticas de mantenimiento.

Y, cuando no se anula, el proceso de aprobación puede retrasarse meses. Por eso, las aseguradoras valoran cuando el asegurado tiene la iniciativa de monitorear determinados activos, lo que acelera el proceso de análisis de riesgos y reduce el riesgo de siniestro.

Por ejemplo, una aseguradora brasileña indica en su manual del cliente -sin justificarlo en el texto- que no asegura transformadores de más de 1.000 kVA ni motores de más de 1.000 kW de potencia.

Sin embargo, hace una adenda, liberando el seguro “a menos que estén protegidos con disyuntores térmicos o fusibles, y con mantenimiento preventivo y predictivo realizado, debidamente comprobado por inspección”.

EL MANTENIMIENTO PREDICTIVO COMO GARANTÍA DE SEGURIDAD

Implantar mejores técnicas predictivas es una situación en la que ambas partes salen ganando.

El asegurado puede utilizar el registro de datos obtenidos, como análisis de temperatura y vibraciones, para reclamar beneficios y descuentos basados en las buenas prácticas de la empresa.

Puede demostrar que sus activos críticos no presentan problemas. Y cuando surgen anomalías, el equipo de mantenimiento actúa con rapidez.

Así, se reducen las posibilidades de que se produzca un siniestro y se caracteriza a la organización como un “buen” asegurado, digno de tener como cliente. Es decir, a la hora de hacer o renovar el seguro de la empresa, el historial de mantenimiento predictivo es el certificado de calidad de la empresa.

Por otro lado, las aseguradoras tienen mayor garantía del cumplimiento de buenas prácticas de mantenimiento por parte del asegurado.

Un buen cliente genera más confianza para conceder una póliza a una industria, aunque opere en un sector de alto riesgo.

Y los expertos de la agencia de calificación riesgos A. M. Best, especializada en aseguradoras, también coinciden con esta afirmación.

En su informe de abril de 2018, A. M. Best se dedicó a hablar exclusivamente de las ventajas del análisis predictivo para el sector asegurador.

Afirma que “el mayor uso de datos y análisis [predictivos] ha llevado a una mejor información para ayudar a la selección de riesgos: cuándo y dónde aumentar o reducir [la participación en un sector].”

En otras palabras, las técnicas predictivas pueden indicar, por ejemplo, si una cinta tiende a causar más problemas que otras similares de otras marcas, o cómo se comporta un mismo motor cuando se aplica a distintos sectores.

Esto se hace cruzando la información del cliente potencial con su propia base de datos. Además de acelerar el proceso de decisión y la fiabilidad a la hora de aprobar o rechazar posibles asegurados.

MONITOREO REMOTO

Existen soluciones asequibles para recolectar de forma remota datos de diferentes puntos críticos para su posterior análisis y diagnóstico.

Es posible satisfacer las demandas de monitoreo de las compañías de seguros al tiempo que se reducen los gastos con el mantenimiento correctivo y preventivo.

Sin necesidad de grandes inversiones, aumentando la productividad o incluso optimizando el trabajo del equipo de mantenimiento.

Dynamox ha desarrollado la solución: un dispositivo acompañado de una aplicación para smartphones y plataforma web. Su función es monitorear la vibración y la temperatura de la maquinaria.

Con la solución podrá, a través de la conexión Bluetooth, acceder a los datos históricos, realizar análisis espectrales y conocer, de hecho y a distancia, el estado y la salud de sus activos.

La solución aporta más control y seguridad a su planta, con datos para apoyar una mejor toma de decisiones.

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